Calcio y fósforo en pollos de engorde y ponedoras

Inclusión de calcio, fósforo y magnesio en las dietas para avicultura

Índice

  • El papel del calcio y del fósforo en las aves
  • Necesidades de calcio y fósforo en la producción avícola
  • Fuentes de calcio
  • Fuentes de fósforo
  • Factores que afectan la absorción de calcio y fósforo
    • Interacciones con otros compuestos
    • Ritmo circadiano: importancia de la granulometría

El papel del calcio y del fósforo en las aves

El calcio y el fósforo son elementos esenciales para el desarrollo y mantenimiento del esqueleto y para la formación de la cáscara en gallinas ponedoras [1]–[3]. También intervienen en otros procesos fisiológicos de gran importancia, como la coagulación de la sangre o las contracciones musculares. El fósforo también forma parte de otros compuestos orgánicos implicados en múltiples funciones metabólicas, como las moléculas de adenosina-trifosfato (ATP).

Aportar en las dietas para aves los niveles adecuados de calcio y fósforo permitirá minimizar el porcentaje de huevos rotos y de problemas óseos y optimizar las funciones del organismo, lo que, en consecuencia, llevará a la obtención de unos buenos índices de producción y de calidad del huevo. Cabe mencionar que, dadas las elevadas necesidades de calcio en ponedoras, el correcto aporte de este elemento cobra especial importancia en aves de puesta.

Además, es importante considerar el calcio y el fósforo de manera conjunta, ya que sus metabolismos están estrechamente relacionados.

Necesidades de calcio y fósforo en la producción avícola

Las necesidades de calcio y fósforo varían según la etapa de producción. Estas variaciones deben de tenerse en especial consideración en el caso de las aves ponedoras, ya que la formación de la cáscara requiere elevados niveles de estos compuestos, en particular de calcio [4]. Es por esta razón que las necesidades de calcio aumentan exponencialmente en el periodo pre-puesta (pasan del 1% al 2.50%) y se mantienen elevadas mientras el ave se encuentra en etapa productiva (sobre un 4%).

En los pollos de engorde los requerimientos de calcio y fósforo han incrementado en las últimas décadas a medida que las casas de genética han obtenido aves con una mayor capacidad de crecimiento, gracias a la selección aplicada durante generaciones. Esto es debido a que el calcio y el fósforo tienen un papel fundamental es el desarrollo óseo, en particular en edades tempranas. Cuando los niveles de calcio y fósforo son inferiores a los recomendados, es frecuente observar problemas de rotura de la cabeza del fémur en matadero, relacionados con la debilidad del esqueleto.

Fuentes de calcio

El calcio de origen mineral y animal, en general, se utiliza mejor que el que procede de fuentes vegetales. Esto se debe a que el calcio en los vegetales se suele presentar en forma de fitatos o oxalatos, es decir, no es aprovechable para las aves a no ser que se añadan enzimas específicas en las dietas. Por ello, es importante tener en cuenta el aporte de calcio y de fósforo disponible de cada ingrediente y no sólo la concentración total de estos minerales.

Fuentes de fósforo

Las fuentes principales de fósforo son los fosfatos inorgánicos (bicálcico, monobicálcico, entre otros) y las harinas de hueso calcinadas (no pueden usarse en la Unión Europea). Estos ingredientes presentan fósforo con una elevada disponibilidad, en comparación con los fitatos que se encuentran en los vegetales.

Se debe tener en cuenta que en los programas de formulación aparecen distintos parámetros para evaluar el aporte de este mineral:

  • Fósforo no fítico: el fósforo fítico se encuentra únicamente en ingredientes de origen vegetal y es menos disponible, ya que se necesita añadir al alimento fitasas exógenas para su completa digestión (las fosfatasas endógenas o de microorganismos intestinales no lo digieren en su totalidad). El fósforo no fítico se calcula con la diferencia entre el fósforo total y el fósforo fítico.
  • Fósforo disponible: se calcula a partir de un ingrediente patrón, normalmente el fosfato monocálcico, al que se le atribuye una disponibilidad del 100%.
  • Fósforo digestible: se obtiene a partir de análisis in vivo, por lo que presenta el problema de que es difícil de calcular, aunque es el más exacto en términos de la cantidad de fósforo que realmente llega al animal.

Es imprescindible conocer el significado de cada uno de estos parámetros e intentar utilizar los valores digestibles siempre que sea posible en base a los datos que tenemos para cada ingrediente.

Factores que afectan la absorción de calcio y fósforo

Interacciones con otros compuestos

El calcio se absorbe, principalmente, mediante un proceso de transporte activo en la parte superior del intestino. La absorción se ve favorecida por la acidificación del medio intestinal, así como por la presencia de vitamina D y de fósforo. Otros factores que pueden afectar su absorción, bien por su exceso o por su ausencia, son determinados iones como el magnesio, el manganeso o el zinc, y otros compuestos como el cobre y el hierro. Todos ellos son iones bivalentes que pueden competir por los lugares de absorción de calcio.

Por esta razón, para el correcto aporte de calcio en las dietas deben de tenerse en cuenta los niveles de fósforo y de algunos microminerales. Por ejemplo, la relación ideal de calcio-fósforo en las dietas para pollos de engorde es de 2:1, y se incrementa en las ponedoras en periodo de puesta; mientras que niveles de magnesio superiores al 1% o inferiores al 0.2% generarán problemas de debilidad de la cáscara.

Ritmo circadiano: importancia de la granulometría

Las gallinas pueden poner un máximo de un huevo al día, debido a que el proceso de formación del huevo, heredado evolutivamente de los reptiles, tarda entre 25 y 27 horas. La formación de la cáscara es la etapa que requiere mayores cantidades de calcio, y ésta tiene lugar durante la noche.

Las aves no ingieren alimento durante la noche, por lo que, en las dietas para gallinas ponedoras, se debe modificar el tamaño de partícula de las fuentes de calcio para aportar este mineral durante las horas nocturnas. Es por esta razón que los requerimientos en ponedoras suelen diferenciarse en calcio de rápida solubilidad y de solubilidad lenta.

  • El calcio de rápida solubilidad es el que se presenta en forma de partículas con un diámetro inferior a 2 milímetros. Contienen calcio que se utilizará durante el día para las funciones metabólicas diarias.
  • Las partículas de solubilidad lenta, es decir, con un diámetro superior a los 2 milímetros, serán retenidas en la molleja para ser utilizadas durante la noche, cuando el pH del tracto digestivo sea más ácido (facilita la absorción de calcio) y las partículas lleven más tiempo a nivel del tracto digestivo.

El calcio de solubilidad lenta es importante porque permite aportar este mineral a las ponedoras durante la noche, cuando se forma la cáscara, proceso que demanda elevadas cantidades de calcio. Si no se tiene en cuenta este factor y se administra solo calcio de solubilidad rápida, cuando llegue la noche los niveles de calcio en sangre serán insuficientes para la formación de la cáscara y el ave utilizará las reservas óseas, lo que tendrá consecuencias negativas sobre la resistencia del esqueleto y dará lugar a problemas como el síndrome de fatiga de jaula.

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Fuentes consultadas:

  • [1] Technonews, “Los requerimientos de calcio y fósforo en gallinas ponedoras,” Veterinaria Digital, 2015.
  • [2] N. Martín, “Formación de la cáscara de huevo,” Veterinaria digital. Artículos., Jul-2019.
  • [3] C. de Blas, P. Carcía-Rebollar, M. Gorrachategui, and G. G. Mateos, FEDNA (Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal), 4th ed. Madrid, 2019.
  • [4] D. Díez, “La importancia de la fisiología intestinal en la puesta de huevos,” 2020.
  • [5] Hy-Line, “Management Guide. Aviary and Barn Systems. North America Edition.” p. 21, 2016.